lunes, 14 de febrero de 2011

DOS DÍAS DE INTENSAS EMOCIONES


Buenos días a tod@s! Amanecemos temprano en Villarrica, una pequeña ciudad turística al margen del lago Villarrica y con el fantástico telón de fondo del volcán Villarrica. Esta ciudad es relativamente joven, pues si bien fue descubierta por Pedro de Valdivia en 1551 no llegó a colonizarse completamente hasta 1883 por chilenos y extranjeros. Todo esto fue debido a la resistencia de los mapuches, que guardan en su honor ser de las pocas tribus indígenas que aguantaron con valor en su lucha contra los españoles, como así lo recoge Alonso de Ercilla, el cual cantó su valentía en La Araucaria. Hoy en día es curioso ver cómo en la ciudad muchos carteles aparecen en español y traducidos al mapudungún (idioma de los mapuches), observar esa mezcla de culturas, bien diferenciadas, pero que consiguen convivir en armonía y, es que, hasta la mitad de los mapuches son urbanos, quizás debido a la expropiación de tierras o a la necesidad.
lago Villarrica y vista del volcán Llaima
Vista del volcán Villarrica desde Pucón


Pero bueno, que no me quiero extender; me había quedado en la última entrada en la noche que hicimos cerca de Manzanar, un pueblito llamado Malalcahuello. Por la mañana nos dirigimos hacia Lonquimay atravesando la cordillera de Las Raíces y de ahí hicimos la ruta que yo digo de las Reservas Nacionales, porque muy cerca ya de Argentina, existen varias reservas muy cercanas unas de otras, y de gran belleza. Igual que podías estar en una gran estepa te podías sumergir de inmediato en el más denso bosque de araucarias, o salir a parar con un enorme lago, o atravesar ríos encajados en valles de colores mezclados. Cruzamos al final 3 zonas protegidas, la Reserva Alto del Bio Bio, la Reserva del Lago Gualletue y la Reserva China Muerta. Fue bonito pero toda una mañana dura de mucho coche. 

lago Icalma


Finalmente alcanzamos el pueblo de Melipeuco, y de allí fuimos a Cunco, donde compramos unas estupendas empanadas de pino (carne) para almorzar. De Cunco bajamos por camino de ripio y bordeando el lago  Colico y Huilipillin hasta la ciudad de Villarrica, donde dos días más tarde aún nos encontramos. ¿Qué nos ha retenido acá? En seguida lo entenderéis. Villarrica es un pueblo, como decía antes, muy joven, pero lleno de vida. Casas de madera, naturaleza por todas partes, volcanes rodeándolo, una laguna pegando con el pueblo, es imposible resistirse a sus encantos y no probar al menos algunas de todas las posibles actividades que brinda. La tarde que llegamos estaba nublado y lloviendo, y decidimos ir a las termas Los Pozones, en el camino hacia Pucón (otro pueblo como Villarrica al otro lado del lago), imaginaros la sensación de estar en una poza natural de agua a 40 grados, mientras no para de llover, todo esto anocheciendo (cierran a las 3 a.m!) y en un entorno inigualable. Si bien me estuve lamentando todo el día por haber estado lloviendo, al final me alegré y todo de que hiciera ese mal tiempo, la sensación no la cambio por nada del mundo. La nota graciosa es que no estaban muy bien equipadas, los vestuarios eran una porquería, nos tendríais que haber visto corriendo por allí, con la ropa calada, embarrados, sujetándote con el de al lado para poder cambiarte….fue gracioso y todo. 


Al día siguiente nos levantamos a las 5:45 a.m!! (mientras los de la discoteca de enfrente salían para irse a sus casas). Teníamos que llegar temprano a la base del volcán Villarrica si queríamos ascender al cráter. Este volcán tiene 2847 m y es el segundo más activo de América. Los mapuches lo llaman Rucapillán (Casa de los Espíritus), por los que allí viven. Entró por última vez en erupción en 1984, y al parecer está a punto de hacerlo de nuevo, así que creo que nos hemos salvado por los pelos!! Esta excursión has sido probablemente de las más bonitas que he podido hacer en mi vida. Fueron 5 horas de subida, utilizando crampones, botas de montaña, polainas, bastones….además el día estaba despejado y, a medida que íbamos subiendo, las vistas eran más espectaculares. Hubo momentos de pasarlo un mal, cuando el viento te empujaba fuerte, o si te escurrías en el hielo, sólo mirar hacia abajo impresionaba, y de verdad me sorprende que no hubiera ninguna crisis de pánico entre el grupo, pues éramos todos, como la gran mayoría que escala el volcán, principiantes en esto del montañismo y hubo momentos de mucho vértigo y cansancio físico. Aunque nuestra madre no pudo subir hasta el cráter (la última parte fue la más difícil), la garra y valía que demostró es suficiente como mérito personal, más teniendo en cuenta que todos éramos gente de veinte y pico años, creo que la quieren hacer una fiesta en su honor y todo cuando se enteraron de su edad, hasta los espíritus de este volcán se hicieron amigos de ella! 


cerca de la cumbre. Volcán Llaima y Lonquimay al fondo


volcán Llaima

El mejor momento, sin duda, fue llegar al cráter. Desde abajo se observa el penacho de humo que desprender el volcán, pero cuando estás allí arriba hay algo indescriptible que te llena por dentro. La lava no se llegó a ver, había demasiados vapores de azufre, pero el cráter se observa bien, estrecho, como se ven en los libros del colegio, y desde arriba contemplas todo el norte, el volcán Llaima, el Lonquimay, la cordillera de los Andes, Argentina, los grandes Lagos, e incluso todo el trayecto que la lava dejó en la última erupción, ríos de color negro entre toda la vegetación, como diría Jesulín IM-PRECIONANTE! Bueno, todo esto lo pongo muy bonito, pero el tiempo que pasamos en la cima fue de 1 minuto, yo que pensaba meditar un rato, entrar en un estado de trascendencia místico-religiosa, resulta que respirar el vapor de azufre es lo más tóxico que te puedes inhalar, los ojos, la nariz, los pulmones, es imposible pasar mucho tiempo allí arriba, así que la cosa fue así como: “hala qué bonito…venga corre hazme una foto…ay ay que me da la arcada….me bajo corriendo”.
foto al cráter. LO CONSEGUIMOS!

foto desde el cráter al lado norte

formaciones que dejó la lava en la última erupción


Otro gran momento del día, tras el de la cumbre, fue a la hora de bajar todas esas 5 horas de subida. Los monitores nos dijeron que la bajada era en hora y poco, pero a mí no me entraba en la cabeza que se tardara tan poco, aunque fuera cuesta abajo. ¿La forma? Estilo parque de atracciones natural, con un gran impermeable en el trasero te dejas deslizar por caminos de surcos que la nieve dibuja en su espesor, a modo de toboganes. Fue la parte más divertida de todas, sin duda alguna, aunque también hubo momentos de respeto,pues había momentos de pendiente y piedras en el camino. Después de eso, una ligera caminata hasta llegar de nuevo a la base del volcán.
base del volcán con el telesilla
Me despido que llegamos tarde a Coñaripe, próximo destino: termas geométricas!

5 comentarios:

  1. Adri, que bonito todo lo que estas viendo, que envidia!!!Ademas reencuentros familiares,viaje emocionante 100%.Muy guapa tu madre y tu hermano, a ti te veo en pocas fotos...pero supongo que seguiras siendo un tio sepsi :)
    Un beso muy grande.Te quiero muuuucho!
    Tu misteriosa amiga de los gatos

    ResponderEliminar
  2. Adri! eres tu! aun sin leer la firma, la forma de escribir es inconfundible. Por cierto, escribes con acento latino ya XD

    Oye, notaste el terremoto? lo vi por las noticias y me acordé de ti, aunque mientras mantengas vivo el blog no hay de que preocuparse.

    Me encanta tu viaje, espero algún día ver sitios tan bonitos yo también.

    Saludos a los 3 desde la siempre predecible Guadalajara, donde no tenemos volcanes pero el agujero de la plaza del ayuntamiento amenaza con tragarnos a todos.

    BS

    ResponderEliminar
  3. ELi!!!! síiii, sentí el terremoto, vaya sensación, aunque fue muy muy leve donde yo estaba. Qtal va todo por la predecible guadalajara? por cierto, sí, baru soy yo.

    Esto es increíble, en serio, quiero venirme a vivir aquí, veniros!!!!

    ResponderEliminar
  4. uff! me pilla un poco lejos ahora mismo, me espero a que te instales y me acojas en tu casa =) Por Guada todo tan poco interesante como siempre.

    Disfruta tu viaje! yo seguiré leyendote

    ResponderEliminar
  5. Me muero de la envidia...me muero! No hay cosa mas bonita que largarse lejos y perderse en la naturaleza...termas, volcanes, lagos, bosques...nieve, frio, calor, humedad, sol...te lo mereces!!!:) Yo no he estado nunca en Chile..pero has conseguido despertar tooooooooooooda mi curiosidad jejej muak! disfrutaaaa!

    ResponderEliminar